Andrés 

Soy de la parroquia de la Inmaculada de San Vicente del Raspeig. Estoy en 2ºESO, tengo 14 años y este es mi primer año en el seminario.

Yo empecé con 9 años siendo monaguillo en mi parroquia, a mi me parecía divertido ya que estaba haciendo algo. Mi párroco de ese entonces que era Don Daniel Riquelme, me ofreció ir al seminario cuando tuviera la edad, yo no sabía que era eso, y era algo raro para mi. Un 7 de diciembre de 2018 me invitaron a una Vigilia de La Inmaculada en el seminario, tenía ganas de ir porque así vería como es el seminario y tal. Llegué con la misa empezada, que vergüenza...  Prepararon una cena fría. Y luego pasamos al festival, ¡Qué risa! Volví a casa un poco tarde la verdad, al día siguiente estaba que me moría del sueño.

Dos años más tarde de ser monaguillo, entré al seminario en familia, que es convivir con los seminaristas varios  fines de semana al mes. Me lo pasaba muy bien, yo veía cosas que en un sitio común no hay. Como el compañerismo en el deporte, o que te apoyen o te escuchen en todo. Incluso me dejaban mantas cuando me faltaban. También me contaban como leyendas que se inventaban, o también me enseñaban el seminario para que supiera de escondites o cosas históricas que habían en él. En fin, todo de maravilla.

Una vez, cuando tenia 13 años, estaba en mi parroquia en una exposición al Santísimo, por unas alabanzas que había en mi parroquia, fue entonces cuando yo le pregunté al Señor si quería que yo entrara al seminario. Cuando terminó la exposición al Santísimo, fuí corriendo a mis padres y a mi párroco para hablar del tema, y me dijeron que si quería entrar que escuchara al Señor bien. Tiempo despúes, hablé con D. Francisco Javier (rector) y Don Marcos (formador) para entrar.